El peso mexicano -una de las divisas mundiales con mejor desempeño frente al dólar en lo que va del año- se ha valorizado más de 14 por ciento y alcanzó la semana pasada las 16.62 unidades, su mejor nivel desde 2015.
Y la expectativa es que se mantenga fuerte los próximos meses gracias al impulso de las altas tasas de interés del banco central y las inversiones atraídas al país por el nearshoring, como se le conoce al traslado de las cadenas de producción a Norteamérica desde Asia.
«Tener un tipo de cambio tan fuerte tampoco es muy bueno», dijo a Reuters Gerardo Copca, analista del mercado de capitales de la firma MetAnálisis. «Hacia adelante, si se mantiene por debajo de 17 pesos por dólar, yo creo que vamos a seguir viendo un tercer trimestre todavía con cierta debilidad (en los resultados)», agregó.
Impacto del ‘superpeso’
Desde la industria minera hasta las telecomunicaciones, pasando por los sectores de bebidas y alimentos, grandes firmas del país han venido sufriendo el impacto del fenómeno conocido como «superpeso».
En el segundo trimestre, el gigante de las telecomunicaciones América Móvil, del magnate Carlos Slim, dijo que sus ingresos, provenientes de 23 países de América Latina y Europa, cayeron 5 por ciento interanual por el efecto de convertir a pesos sus entradas de dinero del exterior.
Algo similar sucedió con la operadora de restaurantes Alsea, con presencia en una docena de naciones del continente americano y europeo, que dijo que sus ventas hubieran crecido a casi el doble que 11 por ciento registrado en el trimestre de no haber sido por la marcada apreciación de la moneda.
El avance del peso también elevó los costos laborales del minero Grupo México y socavó las ventas de Becle , el productor de tequila José Cuervo, que disminuyeron 2 por ciento arrastradas por menores ingresos provenientes de Estados Unidos y Canadá, su mercado más grande.
«El tema predominante a lo largo de este año ha sido la presión sobre la rentabilidad, impulsada principalmente por los efectos de la conversión de divisas, los costos elevados de insumos y los desafíos relacionados con la mezcla geográfica», se lamentó la compañía en su reporte trimestral.
Seguirá la presión
Analistas no descartan que el avance de la moneda pueda llevarla pronto a perforar la barrera de 16.50 por dólar, como parte de una carrera que, si bien es celebrada por el gobierno como un logro de sus políticas macroeconómicas, también ha trastocado a las remesas y las exportaciones.
«Se estima que la fortaleza del peso mexicano continúe durante la segunda mitad del año», dijo a Reuters Alain Jaimes, especialista bursátil de la consultoría Signum Research. «En ese sentido, las empresas con operaciones fuera de México seguirían presionadas por ese efecto», agregó.
En el Chicago Mercantile Exchange (CME), considerado un termómetro de las perspectivas del mercado, los inversores dedicados a hacer apuestas especulativas sobre distintos tipos de activos mantienen desde inicios de marzo sus posiciones a favor de un mayor fortalecimiento de la divisa mexicana.
La semana pasada, los contratos que anticipan una apreciación de la divisa sumaron 87.806 posturas, uno de los niveles más altos desde marzo de 2020.
De igual forma, una encuesta del banco central mostró el martes que los analistas privados mejoraron su previsión del tipo de cambio a 17.90 por dólar para el cierre de año desde el 18.33 previo.