Biblioteca de Cozumel invita a pescadores a contar sus experiencias en el mar

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Décadas atrás se pensaba que las especies eran inagotables, relata invitado

La Biblioteca Pública Municipal Gonzalo de J. Rosado Iturralde, abrió un espacio para recibir a las personas que se dediquen a la pesca en la isla de Cozumel, y que deseen compartir con la comunidad las experiencias vividas entre las olas del mar que nos rodea.

Este espacio surgió ante la invitación de Mar Sustentable Ciencia y Conservación A.C., asociación dedicada a la conservación marina y de ecosistemas costeros, a asistir a su conferencia “La historia de la pesca en Isla Cozumel”, en donde expusieron los resultados de sus más recientes investigaciones, y describieron la significativa reducción de especies durante el transcurso de las últimas décadas.

En la conferencia las doctoras Nadia Rubio y Libertad Cruz explicaron mediante el mapeo participativo de los sitios históricos de pesca los resultados de la recopilación del conocimiento tradicional brindado por la comunidad pesquera. Ante esta exposición, y buscando promover en la comunidad de la isla un mayor cuidado del medio ambiente, la biblioteca pública ofrece un espacio literario permanente para la comunidad pesquera, proponiéndose recopilar sus voces para escuchar los importantes mensajes de conservación que tienen que compartirnos.

Las primeras sesiones de esta actividad en la biblioteca se realizaron en colaboración con Mar Sustentable, quienes extendieron una invitación a los pescadores que participaron en la elaboración de su investigación. Para invitar a plasmar por escrito sus experiencias, se compartieron con ellos lecturas inspiradas en la pesca, como la Oda a un gran atún en el mercado, de Pablo Neruda, El pez, de Elizabeth Bishop y un poema de Arun Kolatkar, un escritor de la India.

Inspirados por las líneas proyectadas, los participantes se animaron a expresar, conversacionalmente, sus experiencias. Un pescador veterano narró que, décadas atrás, podían verse en ese ecosistema submarino descomunales y destellantes peces loro, que nunca más volvieron a aparecer en la zona. Del mismo modo, expresaron la necesidad de conservar la mayor cantidad de manglares en la zona costera, evitando su destrucción para la edificación de proyectos inmobiliarios.

Asimismo, describieron que, décadas atrás, se pensaba que las especies marinas eran inagotables, y que actualmente especies como la langosta o el caracol se encuentran de manera muy esporádica, lo cual nos concientiza, como comunidad, a evitar su consumo. Cada uno de ellos compartió escenas vividas en el mar turquesa.

Uno de ellos narró cómo, durante un naufragio, un pez vela le señaló el camino de vuelta a la isla, y cómo desde entonces respeta a esa especie y no ha vuelto a tocar a ningún ejemplar. Describieron la sensibilidad de los peces, sus cambios de ánimo, su atención, y los aprendizajes que quisieran compartirle a las nuevas generaciones.

Expresaron su asombro, debido a que no habían visitado la biblioteca en 30 años.

“Se extiende una invitación a todos los pescadores en la isla para que se acerquen a la biblioteca a compartir sus experiencias, para que como comunidad nos sensibilicemos a partir de éstas. Pueden comunicarse al 987 118 00 32 o acudir a la biblioteca para extender la conversación y continuar convirtiendo en un tema de interés público el cuidado de los mares y las especies que habitan en ellos. De esa manera, podremos construir hábitos y proyectos más sustentables, y advocar por la supervivencia de nuestros arrecifes y las especies que habitan en estos”, señala la biblioteca en la información proporcionada a la prensa.

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